Bette Nesmith Graham no pasaba sus días en un laboratorio ni era una científica, sino que trabajaba como secretaria en el Banco de Texas.
Ahí, usaba una máquina de escribir tradicional. Cuando comenzaron a utilizarse máquinas de escribir eléctricas a Bette se le complicó la vida, pues los nuevos equipos tenían un enorme defecto: si te equivocabas con las teclas, no se podían corregir los errores de escritura. En las máquinas antiguas podías borrar las equivocaciones con una goma, pero las nuevas tenían cintas hechas con una tira de carbono que hacían imposible el cambio. Eso quería decir que si te equivocabas, tenías que empezar todo de nuevo.
Bette estaba harta de repetir una y otra vez textos completos por un pequeño error, así que comenzó a buscar una solución. Un día se puso a observar cómo reparaban una de las ventanas del banco en el que trabajaba: el pintor se equivocaba a menudo, pero sencillamente cubría el error con un poco de pintura. Bette pensó en utilizar pintura blanca a base de agua y un pincel fino para cubrir sus errores de escritura. A esto lo llamó “corrector”. Sus compañeras secretarias no tardaron en usarlo también, y en 1956 Bette comenzó a comercializar su producto con el nombre “Fuera errores”. Ella y su hijo fabricaban y embotellaban el producto en la cocina de su casa.
Como se vendía muy bien, Bette decidió que era hora de crecer el negocio, y pidió ayuda a un equipo de químicos para encontrar una fórmula que se secara más rápido y mojara menos las hojas. Este nuevo producto se llamó Liquid Paper (que significa “papel líquido”) y fue un gran éxito de ventas. Bette obtuvo una patente por su invento en 1958, y en pocos años la empresa ya era un negocio millonario. En 1979, Bette decidió vender su creación a la corporación Gillette. Con el dinero que ganó gracias a su idea, Bette creó dos fundaciones para ayudar a las madres solteras. Hoy, los correctores líquidos se utilizan en todo el mundo.
Bette Nesmith pertenece a la Exposición Principal de Mujeres Inventoras y fue agregada por:
Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología (AMMCCYT)